Pregúntale a la persona afectada de qué forma de satisfecha está con su régimen. Es esencial que hagas preguntas abiertas sobre si piensa que su régimen le resulta satisfactorio o si piensa que su mal es soportable. Hay una escala numérica de mal que se emplea para meditar la intensidad del dolor con el objetivo de que el médico puede comprobar la eficiencia del tratamiento. Una escala del 1 al 10 detalla el nivel del dolor donde 1 es “ningún mal en lo absoluto” y diez es “el peor mal que se pueda sentir”. Pregúntale a la persona en que número de esta escala se encuentra su dolor.
Esto es, deseaba comer chocolate y carbohidratos, pero lo que sentía hacia mi pareja era o una furia total por dejar el taburete del escusado levantado o querer estrangularlo incluso con solo rozarme. El mal en los senos, el estómago inflamado y las migrañas provocadas por las hormonas y el estreñimiento tampoco ayudaban. Como aclara el experto de Intimina, “el síndrome premenstrual perjudica a todas las mujeres, pero en la mayor parte de las situaciones se sobrelleva con completa normalidad”.
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No te desanimes si la persona que padece el dolor crónico semeja sensible, ya que ha pasado por varias cosas. El dolor crónico causa estragos tanto en el cuerpo como en la mente. Estas personas hacen su mejor esfuerzo para lidiar con lo cansador y desesperante que es el mal, pero no siempre tienen la posibilidad de estar en perfectas condiciones. Es normal tener un cierto mal menstrual, puesto que el propio proceso de la menstruación puede conducir asociado este «efecto secundario» por la liberación de prostaglandinas. No obstante, si el mal por la regla no se tranquilidad con los antiinflamatorios habituales, lo aconsejable es que consultes al especialista.
Lo es, indudablemente, pero las mujeres se prosiguen llevando la palma en eso, y tan felices. “No les ocultamos esa información deliberadamente”, se lee en el artículo de referencia, “es sólo que nos es realmente difícil ofrecer una contestación ajustada”. Lo que nosotros consideramos un número de movimientos contados y por tanto mensurables es para una mujer un universo de posibilidades, una galaxia de alisados, secados y retocados donde varias cosas pueden salir mal y deberán ser repetidas . En el embarazo pueden aparecer dolores abdominales por nosologías no relacionadas con la gestación, como tienen la posibilidad de ser infecciones de orina o gastroenteritis, o aun apendicitis. La apendicitis durante la gestación puede ser realmente difícil de diagnosticar puesto que el apéndice está alejado de su sitio habitual y por tanto puede confundirse con dolor abdominal por algún otro origen. Es posible que alguien que padece un dolor crónico deba cancelar un deber antes de último minuto.
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Hay 2 tipos principales de dolores socios al periodo menstrual, cada uno producido por causas diferentes. Por esta razón, si es un dolor intenso que no cesa con ciertos remedios caseros ni con los antiinflamatorios habituales, la mujer debe preguntar al experto por si acaso hay una nosología subyacente que lo esté produciendo. Si el mal persiste, los antiinflamatorios no esteroideos , como el ibuprofeno, naproxeno o el ácido mefenámico, ayudan a aliviar los síntomas.
Las mujeres que padecen endometriosis frecuentemente tienen fuertes dolores menstruales que pueden determinar de analgesia, en ocasiones por vía endovenosa en el hospital. También puede ser muy dolorosa la ovulación a mitad de ciclo. Aproximadamente dos semanas tras el comienzo de la regla puede sufrirse un dolor en el tercio inferior del abdomen, punzante y coincidente con un fluído mucho más mucoso, como clara de huevo.
Es esencial tener en consideración que en el momento en que se genera el embarazo la menstruación no se produce y por tanto la ausencia de sangrado menstrual puede ser indicativo de embarazo. Además, la dismenorrea secundaria frecuenta ocasionar mucho más dolor y molestias que la dismenorrea primaria. El régimen con AINE o con la combinación de AINE más pastillas anticonceptivas a dosis bajas tienen la posibilidad de contribuir a calmar el mal.
Cuándo Asistir Al Médico
Se han sugerido otras medidas para contribuir a calmar el dolor, como una dieta baja en grasas y complementos nutricionales, como ácidos grasos omega-3, linaza, magnesio, vitamina B1, vitamina Y también y cinc. El calor húmedo aplicado al abdomen también puede ser bueno. Si se sospecha enfermedad inflamatoria pélvica, se obtiene una exhibe de secreciones del cuello uterino, se examina con un microscopio y se manda a un laboratorio para su análisis. En varias mujeres, el dolor se debe a que el paso a través del cuello del útero es estrecho. Puede generarse un canal cervical ajustado después de un procedimiento, como cuando se extirpa un pólipo del útero o se trata un trastorno precanceroso o un cáncer de cuello uterino. Un desarrollo (pólipo o fibrosis) también puede estrechar el canal cervical.
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Dismenorrea primariaes el tipo más frecuente y no existe ninguna causa asociada. Esta clase, como hemos comentado anteriormente, hay que a las contracciones de la musculatura uterina por una sobreproducción de unas substancias llamadas “Prostaglandinas”. Este mal puede comenzar uno o dos días antes del intérvalo de tiempo menstrual y que frecuenta tener una duración muy corta. La dismenorrea secundaria podría ser causa de infertilidad según el diagnóstico de fondo que tengamos.
Gran parte de los dolores asociados a la menstruación como el mal de ovarios o de senos es consecuencia de la variación de los niveles hormonales propia del período menstrual femenino. El período menstrual de una mujer comienza el día en que le baja la regla y dura, precisamente, unos 28 días. A mitad de período, es decir, más o menos el día 14, se genera la ovulación o salida del óvulo del ovario. Por esta razón, estos dolores menstruales suelen mostrarse incluso varios años una vez que la mujer haya tenido su primera menstruación.
Dismenorrea Secundaria
No es tan disparatado estimar estos modelos de higiene femenina como un derecho básico, como el papel del váter y el jabón, que debería dispensarse de forma gratuita, más que nada en zonas empobrecidas. Cuando en Nueva York se hizo el experimento de implementar tampones y compresas gratis en las academias públicas (también en cobijes y cárceles), la tasa de asistencia a clases aumentó en un 3 %. Hay muy pocas investigaciones sobre esta relación entre menstruación y absentismo en los países desarrollados y sería preciso tener más datos estrictos para hacer llegar los desenlaces a esferas políticas decisorias.